La situación de la mujer en la actualidad
Mario Esteban Ujueta Marín
Coordinador de programas y proyectos
Históricamente las mujeres del mundo han sufrido episodios de discriminación, abuso, desigualdad y tratos violentos en diferentes contextos de sus vidas. Estas situaciones no solamente han ocurrido en la esfera del hogar, sino también, en otros escenarios como sus barrios, sus sitios de recreación u ocio, sus lugares de trabajo, las calles, los parques y otros espacios que frecuentan. En la actualidad, las mujeres, en comparación con los hombres, poseen menos acceso a la educación formal, obtienen menos ingresos, son menos influyentes y poseen menos espacios de liderazgo para hacer oír su voz (Oxfam International, 2021a).
A nivel mundial, las mujeres viven en mayores niveles de pobreza, padecen violencia de género y tienen mayor riesgo de sufrir vulneración de sus derechos, situaciones que se agravan debido a otras variables como la edad, la orientación sexual, la pertenencia a grupos étnicos o a grupos religiosos fundamentalistas.Por lo anterior, en este escrito se presentarán algunas estadísticas y cifras que reflejan la situación actual de las mujeres a nivel mundial y en nuestro país, con el ánimo de continuar denunciando las inequidades que sufren las mujeres en diferentes escenarios. También, se presentan estos datos para que como sociedad, podamos lograr en el corto plazo una verdadera justicia social a través de la igualdad de género, que les permita a las niñas y mujeres del mundo reivindicar sus derechos y gozar de altos niveles de bienestar.
"...las mujeres viven en mayores niveles de pobreza, padecen violencia de género y tienen mayor riesgo de sufrir vulneración de sus derechos...".
La desigualdad de género a nivel mundial:
Es una realidad que persisten imaginarios y prácticas sociales que acentúan situaciones de discriminación y exclusión de las mujeres, fundamentadas en la naturalización de las identidades, donde se asignan características naturales en razón del sexo (hombre-mujer), limitando e imponiendo roles y conductas que han permanecido a lo largo del tiempo. Esto ha generado estereotipos entre hombres y mujeres: a las mujeres se les considera “naturalmente” maternales, intuitivas, delicadas, emocionales y cuidadoras de los demás, a los hombres se les considera racionales, individualistas, dominantes y fuertes. (Gúzman Rodríguez & Prieto Dávila, 2013).
"...existan unas brechas de género que se traducen en una constante vulneración de los derechos de las mujeres y una desigualdad que produce consecuencias nefastas a nivel social, económico, político y cultural".
Lo anterior ha conllevado a que existan unas brechas de género que se traducen en una constante vulneración de los derechos de las mujeres y una desigualdad que produce consecuencias nefastas a nivel social, económico, político y cultural A nivel mundial, la desigualdad de género se traduce en que el salario de las mujeres es un 24% inferior al de los hombres y que una de cada tres mujeres sufre o sufrirá violencias machistas en algún momento de su vida. En materia educativa, casi dos terceras partes de los 781 millones de personas adultas analfabetas en el mundo son mujeres. Por otra parte, 153 países tienen leyes que discriminan económicamente a las mujeres. En 18 de estas naciones, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen (ONU Mujeres, 2021; Oxfam International, 2021b) .
A nivel político, las mujeres tan solo ocupan el 24% de los escaños parlamentarios a nivel mundial y a nivel municipal solo ocupan el 5% de las alcaldías, agravando aún más la situación de representatividad política del género femenino (Oxfam International, 2021a). Por otro lado, de acuerdo con la OMS (2020), cerca de 16 millones de adolescentes entre 15 a 19 años y un millón de niñas menores de 15 años en el mundo dan a luz cada año. Después de África, la región latinoamericana tiene la tasa de embarazo adolescente más alta del mundo (el 15% del total de embarazos en la región son de niñas menores de 15 años) (ONU Mujeres, 2020).
En el contexto de pandemia, las mujeres se enfrentaron a un aumento considerable de violencia doméstica. De acuerdo con datos del Banco Mundial, de los 25 países en el mundo con altos índices de feminicidios en esta época de coronavirus, 14 se encuentran en América Latina. La ONU denuncia que en Argentina, México y Colombia, la violencia doméstica contra las mujeres en medio de las cuarentenas creció entre 30% y 50%. Para el caso de Brasil, en el contexto de pandemia, las llamadas para denunciar la violencia doméstica aumentaron un 58% (pasando de 6.000 llamadas mensuales en 2019 y en a 9.500) (Universidad de los Andes, 2021).
A nivel laboral, la tasa de participación laboral de las mujeres en Latinoamérica se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69% (CEPAL, 2021). Adicionalmente, las mujeres, en su rol de cuidadoras, tuvieron mayores niveles de agotamiento y cansancio al tener que atender asuntos laborales y de cuidado de sus hijos, teniendo en cuenta que las escuelas y colegios estuvieron cerrados por la crisis sanitaria. Actualmente, las mujeres presentan 76,2% de todas las horas de trabajo de cuidado no remunerado (triplicando a los hombres) (Comisión Interamericana de Mujeres, 2020)
"En el contexto de pandemia, las mujeres se enfrentaron a un aumento considerable de violencia doméstica".
Situación de la mujer en Colombia
Al igual que en otras latitudes del mundo, en Colombia el proceso de las mujeres para obtener iguales derechos que los hombres ha estado marcado por muchos obstáculos, determinados por condición de desigualdad de género, que aún hoy determina la mayoría de aspectos sociales, culturales, políticos y económicos en el país (Londoño, 2015). Por ejemplo, en nuestra nación la probabilidad de no contar con ingresos propios para sustentar las necesidades básicas es casi tres veces mayor en las mujeres (27,5%) que en los hombres (10,2%). Esta situación es más grave en las zonas rurales, ya que la probabilidad de una mujer del campo de no contar con ingresos propios (35,9%) es cinco veces mayor a la de un hombre (7,8%) (ONU Mujeres, 2020, p. 42).
"En nuestro país, tan solo 132 mujeres fueron electas alcaldesas, lo que representa el 12% del total de alcaldías del país; en 9 departamentos del país aún no hay mujeres alcaldesas".
Por otro lado, según el Dane y ONU Mujeres (2020, p. 48), el 38% de la población colombiana está de acuerdo o muy de acuerdo con que los hombres deben ganar dinero y las mujeres deben cuidar el hogar y la familia; este tipo de pensamientos dejan entrever que la sociedad colombiana aún cree en estereotipos que relegan a la mujer a la esfera del hogar y por tanto, predominan valores machistas que inequívocamente generan escenarios de exclusión para el género femenino. Asociado con lo anterior, en Colombia las mujeres dedican más del doble del tiempo que los hombres a las actividades domésticas y de cuidado no remuneradas (7:14 horas vs 3:25 horas) y el 89,5% de las mujeres realizan al menos alguna actividad doméstica o de cuidado por el que no reciben remuneración económica alguna.
Ahora bien, en materia de participación política también existen deudas históricas con las mujeres. En nuestro país, tan solo 132 mujeres fueron electas alcaldesas, lo que representa el 12% del total de alcaldías del país; en 9 departamentos del país aún no hay mujeres alcaldesas. Por otro lado, las mujeres senadoras y representantes a la cámara representan el 19.7% y el 18,7% respectivamente. En la rama ejecutiva del poder, el 44,7% de los cargos directivos son ocupados por mujeres. En materia de salud reproductiva, en nuestro país a los 18 años 1 de cada 6 adolescentes ha tenido al menos un hijo o hija y una mujer de zona rural tiene 1,4 veces el nivel de fecundidad de una que vive en zona urbana. Por otro lado, en términos de violencia en Colombia, 4 de cada 10 asesinatos de mujeres fueron cometidos en el contexto del hogar y 3 de cada 10 en vía pública; además, 7 de cada 10 casos de violencia intrafamiliar contra las mujeres son cometidos por la pareja o expareja.